Las botas de la oveja Motita

La oveja Motita quería botas de goma para salir a caminar sin mojarse las patas los días de lluvia.
Fue a comprar unas lindas botas pero el Sr. Timoteo, el zapatero, le dijo que solo podía venderle botas para dos pies!

Motita la oveja dijo:
-Es una pena, yo tengo cuatro patas y necesito una bota para cada una...

El Sr. Timoteo le respondió:
-Lo siento, aquí vendemos botas para los pastores y ellos solo tienen dos pies...

Motita habló con su amigo El Sr. Ciempiés, él también se entusiasmo con la idea!!!
-Yo también quiero botas para los días de lluvia, dijo el Sr. Ciempiés, pero será mucho mas difícil conseguir botas para mi.

Sus amigas las hormigas, que son muy inteligentes dijeron:

-Nosotras vamos a ayudarlos, juntaremos hojas secas de los árboles y con eso les fabricaremos botas para la lluvia.

Las hormigas trabajaron mucho, juntando y juntando hojas y antes de terminar el invierno la Oveja Motita y el Sr. Ciempiés tenían listas botas para salir a jugar!

Y tú, amigo, ¿has visto alguna vez un Ciempiés?

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La familia Mosqueta

La Sra. Rosa Mosqueta era la mamá de una gran familia de pequeñas cabras. Todas eran muy traviesas. La mas pequeña llamada Rocío Mosqueta soñaba con ser azafata, pero su madre le decía:

-Rocío, tu no puedes ser azafata, las cabras fabricamos leche para hacer ricos quesos

Entonces Rocío, le dijo a su amigo Colibrí:
-¿Puedes enseñarme a volar?

Su amigo Colibrí le respondió:
-Sí, es muy fácil, yo te enseñaré a volar!

Se fueron juntos a correr por el campo para enseñarle a Rocío a levantar vuelo, pero como Rocío era una cabra no tenía alas para volar. Probaron corriendo muy muy rápido pero Rocío seguía sin poder volar.

Su amigo colibrí dijo:
-No te preocupes, tengo una gran idea!

Colibrí fue volando a buscar a todos sus amigos y entre todos levantaron a Rocío para llevarla de paseo.
Desde ese día todas las mañanas Colibrí y sus amigos visitan a la cabra Rocío para llevarla a pasear volando y ella los espera con un rico desayuno con leche de cabra y queso, todos preparados por ella.

Y tú, amigo ¿has probado alguna vez queso de cabra?

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El Sr. Tapón y su hijo Tapita

El Sr. Tapón vivía en un gran barril de aceitunas con su esposa, la Sra. Tapa y su pequeño hijo Tapita.
Tapita era muy pequeño y muy travieso. Le gustaba jugar en las colmenas de las abejas y muchas veces se metía en problemas.
Una tarde una abeja le dijo:
-Tapita, ya que tanto te gusta estar con nosotras por qué no nos ayudas a preparar miel?

Tapita le respondió:
-Me gusta la idea, qué puedo hacer?

La Abeja Reina invitó a Tapita a conocer la colmena, era tan divertido estar en ese lugar que ya era de noche y todavía no había vuelto a su casa.
El Sr. Tapón y la Sra. Tapa buscaron a Tapita por toda la ciudad, hasta que llegaron al árbol de la colmena:

El Sr. Tapón preguntó:
-Sra. Abeja Reina, ha visto usted a mi pequeño Tapita?

La Abeja Reina pensó que Tapita ya había regresado a su casa, pero vio que todavía estaba en su colmena y contó a sus padres:
-Estaba ayudando a las abejas, llevando y trayendo frascos, haciendo caramelos, envolviendo galletas

Su madre le preguntó:
-Tapita! ¿Tanto te divierte estar aca?

-Sí, dijo tapita, me gusta mucho preparar miel.

Desde ese día El Sr. Tapón, la Sra. Tapa y su hijo Tapita trabajan junto a las abejas y preparan grandes frascos con miel para vender en la ciudad.

Y tú, amigo, ¿has probado la leche con miel?

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El Lobo y la oveja

Un malvado Lobo fue atacado por feroces perros cuando intentaba robar unas pequeñas gallinas.
Quedó muy herido, apenas pudo escapar y esconderse en una cueva cercana.

Una oveja que caminaba por ese lugar escuchó una voz que la llamaba:

-Hola pequeña oveja! Soy un viejo lobo cansado y con muy poca salud. Tengo mucha sed, podrías traerme agua fresca del río?

La inteligente oveja le respondió:
-No me acercaría a ti ni para llevarte agua! Aún viejo y enfermo serías capaz de atacarme!

Dicho esto, la oveja salió corriendo, uniéndose a su rebaño, y logró escapar cuando el lobo estaba a punto de devorarla.

Moraleja: Debemos ser muy cuidadosos y tener en cuenta con quién estamos hablando, ya que a veces puede tener malas intenciones una persona que parece ser amistosa.
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La Gallina de los huevos de oro

Un granjero poseía una gallina a quien alimentaba diariamente y ella en agradecimiento todos los días ponía un huevo de oro.
Una mañana el granjero pensó:
-Quiero tener mucho dinero y así no trabajar mas! Si esta gallina todos los días pone un huevo de tanto valor debe tener una mina de oro en su interior!

Mató a la gallina y al abrirla comprobó que no tenía ninguna mina en su interior.

Por ambicioso mató a la gallina que tantos bienes producía y no solo no encontró ningún tesoro, sino que además se quedó sin recibir ese huevo de oro diario.

Moraleja: Es necesario cuidar nuestros bienes y no dejarnos llevar por la ambición desmedida, ya que puede hacer que perdamos lo que tenemos.
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Los Cangrejos

Un día los cangrejos decidieron que no podían ser los únicos que caminaran diferente al resto de los animales, ya que mientras todos los animales caminan hacia adelante, ellos son los únicos que caminan hacia atrás.

Entonces empezaron a enseñarle a los cangrejos bebés a caminar hacia adelante, pero ellos seguían imitando a sus padres y caminaban hacia atrás.

Moraleja: Si queremos que los demás aprendan nuestras enseñanzas es necesario que también nosotros pongamos en práctica lo que queremos enseñar

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El Aguila y la asamblea de los animales

Una tarde el viejo León Rey de la selva, estaba descansando a orillas de un río y escuchó a lo lejos una gran discusión que no lo dejaba dormir su siesta. Le pidió al Aguila, que era su fiel asistente, que averiguara por qué se estaban peleando y solucionara el problema.
Cuando el Aguila llegó, se posó en la rama de un árbol para escuchar las quejas de cada uno de los animales:

La paloma decía:
-Me gustaría tener un pico como el del gallo para poder defenderme
Mientras el gallo respondía:
-Yo querría tener alas como las de la paloma para poder volar

Los perros sabuesos se lamentaban:
-A nosotros nos gustaría poder correr a mayor velocidad
Mientras que los perros galgos soñaban con tener mejor olfato.

Los peces se quejaban:
-Estamos aburridos de vivir siempre en el lago, que lindo sería subir a los árboles!
Los monos respondían:
-A nosotros nos gustaría nadar y escondernos de nuestros enemigos sumergiéndonos bajo el agua!

El Aguila se cansó de escuchar tantas quejas y les dijo:
-Se dan cuenta que todos envidian las habilidades de los otros sin valorar las propias?

Al escuchar esto los animales se dieron cuenta de su gran equivocación y que en realidad disfrutaban mucho las tareas que podían realizar.

Moraleja: No debemos ser envidiosos, valoremos y disfrutemos nuestras capacidades.
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El Perro y el Cocodrilo

Un Perro corría al rededor de un lago, de pronto sintió mucha sed y comenzó a beber agua sin dejar de correr.
De repente apareció un cocodrilo que estaba escondido entre las rocas y le dijo, simulando ser su amigo:
-Por qué no dejas de correr para beber agua mas tranquilo, puede hacerte mal beber agua y correr al mismo tiempo.

Pero el perro, dándose cuenta de las malas intenciones del cocodrilo, le contestó:
-Es probable que tengas razón y pueda hacerme mal, pero mucho peor me haría tenerte a ti cerca y que intentes comerme.

Moraleja: Debemos ser muy cuidadosos cuando recibimos consejos de personas que no son nuestros amigos
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El León y la Rana

Como todas las noches, el León recorría la selva para asegurarse que todo estuviera en orden. De pronto, en medio de la oscuridad, escuchó un ruido que comenzaba a preocuparle:
-De donde proviene ese ruido, será algún desconocido y peligroso animal?

Cuidadosamente intentó averiguar de dónde provenía el sonido, pero no pudo encontrar nada.

-Me iré a dormir entonces, será mejor que mi cuerpo este bien descansado en caso de tener que iniciar una batalla!

A la mañana siguiente se dio cuenta de quién era el responsable del ruido... una pequeña rana...

Moraleja: Hay muchos habladores que intentar asustar con sus palabras pero los inteligentes saben que muchos de estos habladores solo hablan sin hacer nada.
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El Gallo y el Zorro

Un mañana muy temprano, un viejo y astuto gallo estaba en el techo de su gallinero cantando para despertar a todos los que vivían en su granja.
Un zorro, que había caminado toda la noche buscando comida, cuando lo vio se le acercó y deseando que bajara del techo para comerlo le dijo:
-Has escuchado Sr. Gallo que todos los animales hemos decidido ser amigos? Baja de ese techo para que podamos conversar y salir juntos de paseo!

El gallo, adivinando las intenciones del zorro, le respondió:
-Cuanto me alegra escuchar esto! Al mediodía, cuando termine mi trabajo, bajaré del techo, pero si tantas ganas tienes de pasear, ahí veo que vienen corriendo dos perros labradores del
dueño de la granja que seguramente querrán ser tus amigos y salir a pasear contigo.

El Zorro, temeroso de ser atacado por los perros labradores le dijo:
-Me olvidaba de terminar un asunto muy importante! Pronto regresaré y continuaremos con nuestra charla!

Y se fue corriendo antes de ser atrapado! El Gallo se quedó mirando cómo se escapaba y disfrutaba de su gran idea, ya que no había ningún perro a la vista pero se le ocurrió esta historia para hacer alejar al peligroso zorro.

Moraleja: No inventemos mentiras ya que tampoco nos gustaría que nos mientan a nosotros.
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La Mariposa y El Caracol

Una mañana de sol una hermosa mariposa paseaba por el jardín, comparando su belleza con cada una de las flores y con los pájaros.
De pronto esta vanidosa mariposa vio un caracol cerca de los malvones y muy enojada le dijo:
-Qué haces tu aquí? Cómo te animas a acercarte donde yo estoy, siendo tu tan feo, sin alas para volar, con pocos colores, y que apenas se te puede distinguir del suelo en el que te arrastras!

El caracol le contestó:
-Me resulta increíble oírte hablar de esa manera! Es que acaso te olvidas cómo eras tu antes de transformarte en mariposa! Te deslizabas por el suelo y recorríamos juntos los jardines!
Habiendo sido tu una oruga, tejiste el capullo del cual saliste transformada en mariposa.
Si sabes de donde provienes y nos parecíamos... por qué ahora ya no me quieres y no me valoras?
Moraleja: Todos somos distintos y es necesario no burlarse de otras personas, porque eso puede provocar que también los demás se burlen de nosotros.
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La Mona

Una mona que tenía hambre estaba recorriendo el bosque buscando algo para comer, y escuchó a una ardilla que desde un árbol le decía:
-Sube a este árbol y encontrarás ricas nueces que te gustarán!

La mona le contestó:
-Nunca las he probado, pero si dices que son ricas las probaré ahora mismo

La mona subió entonces al nogal y eligió, sin darse cuenta, una nuez que estaba verde. Al probarla, su sabor le pareció desagradable.

-Cómo puede gustarte este fruto, dijo entonces la mona, y bajó del árbol para seguir recorriendo el bosque en busca de algo mas sabroso.

Moraleja: Es necesario perseverar si se desea conseguir buenos resultados
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El Sr. Romeo y las galletas de avena

El Sr. Romeo era un conejo que tenía como mascota una gatita llamada Triqui.
Triqui era muy simpática y estaba muy feliz cuando le preparaban su comida preferida: galletas de avena.
Todas las tardes el Sr. Romeo cocinaba galletas para Triqui y se sentaban juntos cerca de la chimenea para comerlas con un vaso de leche tibia.

Una tarde escucharon un ruido muy raro que venía desde la ventana. El Sr. Romeo pensó que era el viento y preguntó a Triqui:
-Has escuchado tu también ese ruido?

Triqui respondió:
-Sí, creo que algo golpeó el vidrio.

Los dos fueron corriendo a la ventana y encontraron una mariposa de muchos colores con un ala partida.
-Me llamo Cocoliche, estaba volando muy rápido y una de mis alas golpeó contra esta ventana.

-Nosotros te ayudaremos, dijo el Sr. Romeo.
La levantó con sus suaves manos, la acostó sobre su sillón y fue a buscar mas almohadones.
La gatita Triqui sintió celos porque pensó que pronto el Sr. Romeo la querría mas que a ella pero la mariposa Cocoliche le dijo:

-No te sientas celosa por mi, solo necesito algo caliente para tomar y pronto estaré bien para volver a mi casa.
-Toma un poco de mi leche y de mis galletas de avena, son muy ricas, te harán bien.

Pronto la mariposa estaba lista para volver a volar. Todos los domingos visita al Sr. Romeo y a su gatita Triqui y les lleva de regalo semillas de sésamo para agregar a las galletas!

Y tú amigo ¿has comido alguna vez galletas de avena?

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La Rana Ramírez

En un gran casa de campo había una laguna en la que vivían muchas ranas. Cantaban con las estrellas y comían todas las moscas que andaban por el lugar. La dueña del campo estaba muy contenta con ellas porque la ayudaban a mantener limpia la laguna.
Una tarde las ranas recibieron de visita una prima que vivía en la ciudad llamada La Rana Ramírez.
La Rana Ramírez tenía miedo porque nunca había estado en el campo, vivía en un pequeño departamento y era vegetariana, solo comía hojas verdes.
Cuando se enteró que sus primas comía moscas les dijo:

-Como es posible! Como pueden vivir comiendo insectos teniendo tantas flores y hojas sabrosas en este lugar!

Su prima Rodriguez le contestó:
-Siempre hemos comido moscas, es nuestro alimento y tambien nuestro trabajo, ya que ayudamos a mantener limpia la laguna.

La Rana Ramirez intentó colaborar con sus primas atrapando moscas, le impresionaba mucho comerlas, pero lograba ahuyentaba.

Así entonces, Ramirez siguió disfrutando de sus platos vegetarianos pero ayudando a sus primas durante las vacaciones, divirtiéndose con este trabajo que para ella era una gran novedad!

Y tú amigo ¿has visto alguna vez a una rana atrapando moscas?

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La Chancha Chalina y su hija Cachita

Cachita era una pequeña y golosa chancha a quien le gustaba mucho comer manzanas con caramelo.
Una mañana, durante el desayuno, comió tantas manzanas que cuando llegó la hora de almorzar ya no tenía hambre.

Su madre la llamó:
-Cachita! Ven a almorzar! Te preparé un gran plato de zapallo que tanto te gusta!

Pero Cachita había comido tantas manzanas en el desayuno no podía ni moverse de tan gorda que tenía la panza, entonces le dijo a su madre:
-Gracias mamá, pero no tengo hambre...

Su madre le preguntó:
-Has comido muchas manzanas y por eso no tienes hambre?

Cachina le respondió:
-No, no comí manzanas pero no tengo hambre
-Es muy raro eso, iremos al médico para ver por qué has perdido el apetito

Entonces Cachita asustada tuvo que decir la verdad...
-Es verdad, comí muchas manzanas con caramelo, por eso no tengo hambre

Desde ese día Cachita supo que no debía mentir y no debía comer mas que una manzana en el desayuno, ya que si no se perdería su plato preferido!

Y tú amigo, ¿has probado alguna vez manzanas con caramelo?

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